Dicen que las cosas de palacio, van despacio y en el
palacio rojiblanco tenemos rey: Oliver Torres. Un rey del balón, bueno mejor
dicho, un príncipe del deporte rey por su juventud. Sus 17 años le auguran un
gran futuro pero la pregunta es si también se le augura un gran presente
colchonero. 17 años son pocos pero grandes personajes históricos han hecho
historia a su edad (o incluso antes), por lo tanto, la edad no sirve de excusa. Y tenemos el ejemplo de Alejandro
Magno que con 16 años participó en su primera batalla o el de Juana de Arco que con
menos de 19 años acabó en la hoguera tras una larga e intensa vida. Pero no
hace falta remontarse tan atrás. Y ya tocando materia futbolística, y rojiblanca, encontramos a un crack llamado Fernando Torres que debutó en el Glorioso con tan
sólo 17 años, 2 meses y 7 días con el primer equipo ante el Léganes en el infierno
de la Segunda División, y acabó siendo el emblema y la ilusión de toda una
afición. Nuestro niño.
Oliver Torres con 17 años se ha vuelto el hombre del
verano y la sensación de la época. Su desparpajo, su calidad y sus ansias de
triunfo le convierten en alguien especial. Muchos afirman que la juventud y la
inexperiencia pueden ser un handicap en estas épocas tan delicadas para los
clubes de fútbol, pero la juventud es una virtud y las ganas de triunfar en el
club de tus amores, una ayuda. Y esa combinación la tiene Oliver. Quizás se
necesite paciencia pero muchas veces arriesgar puede ser un gran acierto, como fue con Fernando Torres, porque recordar que
Torres no debutó en una buen momento para el club.
La situación es distinta Simeone sabe lo que
significan estos colores y Oliver también.
Hay que marcar los tiempos de su
carrera pero el futuro ya está escrito. Oliver será un crack, en el Atleti o
lejos de la ribera del Manzanares pero lo será. Huele a crack y nosotros los
aficionados tenemos la misión de cuidarle para que no pierda este loco y bonito
sentimiento: el rojiblanco.