viernes, 6 de abril de 2012

Sufrimiento y gloria


No, no podía ser de otra manera. El Atleti se tenía que clasificar para las semifinales de manera que más le caracteriza, sufriendo pero con gloria. Porque para alcanzar la gloria hay que sufrir y en esa disciplina el Atleti tiene un máster. Con un Hannover cabalgando hacia una remontada a lomos de su afición, saltó al terreno de juego buscando el gol que le lleve a la siguiente ronda. Pero no lo encontró rápidamente.


Los primeros 45 minutos fueron de ‘stand by’, de respeto, de un Hannover “cómodo en ataque” pero indeciso en metros finales y de un Atleti cómodo en defensa pero sin riesgos en ataque. Mucha tregua en la primera parte y la esperanza del gol rondando en la cabeza de alemanes y de españoles. Si el Hannover acechaba tontamente y sin cabeza el área atlética, tranquilos que ahí estaba Courtois para alejar todos los males. Sin problemas.


Algo de sufrimiento rojiblanco pero los atléticos curtidos en mil batallas estamos, así que todo correcto.  Con la segunda parte, un simple gesto de entrenador sirvió para cambiar el rumbo del encuentro. Diego al centro, Adrián a la banda y el Atleti fue mucho más, acierto de Simeone. Ahora el juego era para los rojiblancos, ahora pasaba todo por Diego y todo era más fluido y claro. Si la primera parte fue de imprecisiones, la segunda fue de precisión. Ahora lean atentamente que va la lección, la lección de Don Adrián. Minuto 63, Diego comienza el ataque cede a Adrián y ¡pum! se detiene el tiempo, regate a uno, a dos, se cuela entre dos defensores, encara al portero, le regatea, se pausa, sienta a un alemán y con sangre fría acaba la jugada hinchando las redes y liberando la angustia atlética, todo en el área.


Gol de superclase, de asesino goleador, de jugador revolucionario decidiendo en los minutos críticos y dando aire a su equipo. El gol fue crucial pero aún quedaba tiempo. 0-1.


El Hannover sufrió un duro mazazo con ese golazo pero ya conocemos como son los alemanes y estos nunca se rinden. En el 81, la muestra de mi teoría. Saque de banda alemán, centro al corazón del área, mal despeje de Godín y Diouf calma el cuero con el pecho y ajusta el balón al palo derecho de Courtois, imparable y vida para los locales. 1-1. Comenzaba el sufrimiento atlético. Si ahora el Hannover atacaba sin cabeza pero con corazón buscando la prórroga, le tocaba dar cabeza al Atleti y esa función va a cargo de Diego. Minuto 86 cuando todo el estadio estaba histérico y todos los atléticos más, llegó la calma con Diego y Falcao, pase (de nuevo) de Diego a Falcao, control y tiro potente, definitivo y precioso.



Fin de la historia. 1-2, KO alemán, euforia rojiblanca. Belleza con sufrimiento, clasificación merecida y el Valencia en semifinales. Bucarest espera pero la ilusión por repetir lo del 2010 ya no es un sueño sino una REALIDAD.


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