jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Golpe de remo a la Liga?

Luis Aragonés en una de sus míticas ruedas de prensa pronunció la frase "ganar, ganar, ganar y volver a ganar" para impregnar a su equipo de espíritu ganador. Emery en otra de sus siempre especiales ruedas de prensa resumió el trabajo en equipo y el carácter inconformista con su "remar, remar y remar". Y el 'Cholo' Simeone en su presentación como entrenador del Atlético de Madrid prometió a jugadores y afición que "el esfuerzo no se negocia".
Bueno, pues si estas tres frases las unimos, nos sale un Atlético segundo en Liga, recién ganado en un campo difícil, el Villamarín, e invicto desde principios de Abril. En definitiva, nos sale un Atleti muy Cholista.
Y ayer contra el Betis, este equipo demostró un nuevo registro, el registro remador.
Luchaban Betis y Atleti por un segundo puesto en Liga, entre semana y en el campo verdiblanco, difícil prueba para un Atleti que no podía contar con su portero Courtois y que contaba con el siempre temido Radamel Falcao aunque recién salido y resentido de las sobrecargas. Aún así el partido no defraudó.
El Atleti acostumbrado a jugar entre semana, por las competiciones europeas, no dudó en colocarse ese chip ganador que tanto le ayudó en Europa (sin perder ni empatar desde Octubre del 2011), ese chip campeón, y así fue.
El Betis con su guión bien marcado, control del balón y pólvora arriba, decidió golpear primero gracias a la insistencia de Salvador Agra que colgado un centro-chut descolocó a la defensa visitante y a un Asenjo que sufrió el fatídico bote que fastidia a tanto portero.


Gol del Betis en el 26 y aquí entra en juego la frase de Emery. El "remar, remar y remar" pero ahora a contracorriente. Algo muy cholista. Y a los dos minutos del gol verdiblanco respondió el Atleti con un severo golpe al marco bético. Gol de Falcao que como bestia del área que es cazó un balón en su hábitat para llevarlo a la red. 1-1 y la reacción rojiblanca fue inmediata.


Otros años el Atleti hubiera sido el típico boxeador que recibe una buena derecha y a continuación el gancho definitivo que le dejaria KO. Este Atleti, no. Este Atleti al segundo de caer, se levanta y golpea para dejar sin aire al rival. Porque una buena defensa es un buen ataque y eso intentó el Atlético. Dado el primer golpe, dar el segundo y el tercero pero en la primera parte no tuvo suerte ya que enfrente se toparon con un Casto inmenso que frenó los golpes con dos paradones que dejaron boquiabiertos al conjunto rojiblanco. Y el Betis viendo el trabajo de su portero decidió dar un respiro a su héroe lanzando una contra que con un toque de suerte servia para hacer el segundo en el marcador. Cuando menos se lo merecía el Betis, llegó el gol, justo a un segundo del descanso. 2-1 y al descanso.


Duro golpe al Atleti que con su fe y confianza decidió no rendirse y luchar para voltear el marcador.
Nada más comenzada la segunda parte, de nuevo, 'el Tigre' cogió un balón en el área, incitó a los defensas a venir y Perquis picando acabó haciendo penalti al astuto Falcao. Penalti y expulsión. Duro castigo para el equipo de Pepe Mel que solo pudo ver como el colombiano marcaba su penalti para empatar, otra vez, el partido, a los dos minutos del tanto local. Radamel siempre tiene hambre y si recibe un golpe lucha para devolverlo, aunque este tocado. Una auténtica bestia.


2-2 y con su trabajo hecho, Falcao abandonaba el terreno de juego para dar paso a un puma. De depredador a depredador, o como mínimo a aprendiz de depredador. Era tiempo de Diego Costa, Falcao había llevado el equipo al empate y ahora otros debían llevarlo a la victoria. Y uno de los que debían llevarlo era el brasileño que no tardó en demostrar que puede tirar del equipo.
Corría el minuto 55 cuando el Atleti, cansado de las paradas de Casto, botó un córner y en una clara jugada ensayada, Mario Suárez (últimamente muy busqueterizado) en el corazón del área prolongó al segundo palo para que apareciese Diego Costa y marcase. 2-3. Ahí esta "el aprendiz de depredador".


El Atleti en diez minutos, remaba  y remontaba, todo con el carácter cholista, el carácter ganador y trabajador. El "remar, remar y remar" del que tanto hablo hizo que el Atleti se encontrara en una buena situación, ganando en un campo difícil.
A partir de aquí, un show y una exhibición (que no son lo mismo).
Hablamos del show de Álvarez Izquierdo que en su afán de protagonismo expulsó al bético Campbell en una jugada que podría haber sido penalti a favor del conjunto verdiblanco. Los árbitros son malísimos, a veces, perjudican, otras benefician pero malos son y un rato.


Pero también hablamos de la exhibición rojiblanca desde el segundo gol, que jugar con dos más ayuda, eso esta claro, pero el Atleti te rocía con cloroformo, te mata lentamente. Deja que te crezcas, que tengas el control del balón (en tu campo), te espera colocadito con una línea de cuatro controlada por Gabi, Mario de enlace defensa-medios y otra línea de cuatro con la defensa, y a la mínima lanza un ataque que duele, y a veces mata, pero como mínimo te crea peligro. Todo muy estudiado y muy claro, o sino que le pregunten al Chelsea. Y sin sufrir. Así fue lo que restaba de encuentro. Colocación y cada vez que el Betis se lanzaba ansioso a por el empate, el Atleti dormía (también) a la pelota, tocando y tocando, pero no tocando entre Cata y Miranda, sino tocando entre los que saben, entre Koke y Arda. Y así llegó el cuarto que daba la tranquilidad máxima, jugada de Arda que levanta la cabeza y Raúl García desde atrás remataba el centro del turco haciendo el cuarto. 2-4 final y el Atleti se coloca segundo.


Sinceramente no sé si es un golpe de remo a la Liga, no sé si este año sí, no sé si el Atleti será la alternativa a los dos de siempre, pero lo que sé es que este Atleti esta muy trabajado, tiene las ideas claras, mucha ilusión y se ha tomado a pecho la frase del mítico Luis Aragonés. "Ganar, ganar y ganar. Y volver a ganar". Que dure.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Victoria, sufrimiento, lluvia e imbatibilidad

Esas cuatro palabras escritas en el titular pueden ser perfectas para definir lo acontecido ayer en el Calderón. Nueva victoria del Atlético de Madrid que ya acumula 15 triunfos consecutivos. Algo increíble.
Pero para llegar a esta victoria antes se tuvo que pasar por varias fases del encuentro. Primero hubo una primera parte muy propia de este nuevo Atleti, una primera parte controlando el balón, llevando las ocasiones y, lo más importante, marcando y por partida doble. Y luego hubo una dudosa y emocionante segunda parte.
Saltó el Atleti al campo con ganas de mantener la racha, con ganas de seguir en la parte de arriba de la clasificación y asi fue.
El Atleti presionaba la salida del balón al Valladolid (una de las señas de identidad pucelanas: el buen trato del balón) y pronto robaba y catapultaba el ataque mediante a Arda y Koke, ambos en un gran estado de forma, y asi llegaron las ocasiones. Fallaba Falcao y el Calderón respondia alentando al colombiano, también respondia el equipo con nuevas ocasiones hasta que Godín cansado de las oportunidades erradas, por sus compañeros de arriba, decidió resolver por sus propios medios el entuerto.
Y he aquí la historia de un golazo: robaba Godín un balón en su zona defensiva y no dudó en lanzarse al ataque al más puro estilo Lucio, para devolverle el esférico a Koke que visualizó la carrera y el desmarque del uruguayo para que con un preciso pase al hueco le plantase solo ante el meta vallisoletano que solo pudo ver como Godín le regalaba una preciosa vaselina a la afición, propia de su compañero Falcao. Golazo de Godín que abria el marcador a la media hora del inicio del encuentro. 1-0.


Si ante el Rayo Vallecano marcaron gran parte de los medios, ayer ante el Valladolid iniciaba el marcador un defensa. Este año marcan todos pero siempre 'el Tigre' acaba poniendo su gota goleadora y ayer no podía ser menos. Y más jugando en el Calderón, su hábitat favorito.
Con una gran primera parte, los primeros 45 minutos no se podían cerrar sin regalar otro gol a la afición local. Y aqui entra en escena Diego Costa, que gracias a su perseverancia y su lucha provocó un penalti que Radamel Falcao no erró haciendo el segundo en el marcador.


2-0 y el colombiano se redimia de los fallos anteriores y agradecia a la afición su apoyo tras las oportunidades falladas. Con ese gol concluía unos 45 minutos redondos del Atleti, muchas ocasiones, frenando el toque rival y marcando.
Con la reanudación saltaron los dos equipos pero no saltaba Falcao, que fue sustituido por unas leves molestias, donde su puesto lo ocupó un desaparecido Adrián. También "saltó" al campo la lluvia que fue la definición perfecta del segundo tiempo del Atleti. Un segundo tiempo mojado y que empapó la mecha goleadora rojiblanca, poniendo en serios problemas al equipo local. Comenzaba un "nuevo partido"
Llovía en el Calderón y este fenómeno meteorológico que no suele influir en el juego, ayer sí influyó. Y hay pruebas, me explico. Corria el minuto 55 y un ligero chut de Bueno que invocando a la buena suerte, a la ayuda rival y al aguacero hacían el primero al marcador de los pucelanos. Error grave de Courtois que a la hora de atajar el disparo se le escurrió de las manos, regalando el gol al equipo de Djukic. 2-1 y más de media hora por delante. Aún así no seria justo quedarse con ese error del joven portero belga que gracias a la afición (como luego él confesó en Twitter) que le cantaba, se levantó y frenó cualquier intento de empate o remontada del Real Valladolid.
El resto del partido fue una mezcla de alboroto y sufrimiento. El Valladolid empujaba, el Atlético respiraba gracias a las paradas de Courtois y gracias a los despejes de una seria defensa que dia a dia crece y el partido moria.


La lluvia reflejaron los peores minutos locales pero como después de la tormenta, viene la calma, también podemos decir que despúes de la tormenta viene la victoria. Así fue. El Atleti resistió al empuje visitante, los tres puntos se quedaron, de nuevo, en el Calderón (nueve de nueve) y la afición volvío a sufrir pero volvío a ver a su equipo vencer. Algo complicado en esta competitiva Liga.
Algo tengo claro, el Atleti hace unos años, este tipo de partidos los hubiera empatado o incluso los hubiera perdido, pero este Atleti, no. Este 'Atleti Cholista' es diferente, quiere volar alto y hacer soñar a su afición. Que continue la imbatibilidad.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Inicio autoritario

Cuando el Imperio Romano iba a la conquista de nuevas tierras solía encontrar oposición. Solía encontrar un pueblo orgulloso que tiraba de casta y honor para evitar o alargar la conquista romana pero esa historia no sirve si enfrente está el Atleti de Simeone
Llegaba el Atleti a Israel, por primera vez en su historia, y lo hacia sin gran parte de sus estrellas (sin Falcao, Arda o Filipe, por ejemplo), el Atlético tocaba tierras israelíes, y las conquistó con la seriedad y la fuerza de un grande. Porque Simeone está haciendo de una buena plantilla, un gran equipo y hoy era la prueba de esta afirmación.


Era el momento de dar la oportunidad a los "menos habituales" para que honren esa camiseta que portan y no tardaron en honrarla. Desde el minuto uno, el Atleti demostró que cada partido es una final.
Con Diego Costa y Adrián en el ataque y Emre y Raúl García catapultando el ataque poco le bastaba al Atleti para acercarse a la meta rival.
Avisaban Adrián y Diego Costa pero la falta de punteria de uno y la falta de suerte de otro evitaban que el marcador se inaugurará. El Atleti estaba trabajando para alcanzar el gol y a poco que apretaba se plantaba en el área. El guión era perfecto, el equipo era serio, las ocasiones llegaban y solo faltaba el gol.
En el otro equipo, en el Hapoel, pocas noticias, de vez en cuando un desborde de Ben Haim ponia en peligro la meta de Asenjo (muy bien protegida hoy, por cierto) pero sin mayores riesgos para el cuadro rojiblanco.
El problema de este tipo de partidos es que el equipo rival, sabe que es inferior, se encierra y recurre a la suerte y al acierto de su portero pero esta vez eso no iba a pasar. Ya que Cristian Rodríguez abrió la lata en el 37 con un potente disparo desde la frontal del área para hacer el primero en el marcador y dinamitar las ilusiones locales.


Marcado el primero, no tardaría en llegar el siguiente (como contra el Rayo) y de la mano de Diego Costa. De nuevo, robaba Raúl Garcia y en dos toques el Atleti se plantaba delante del portero gracias a un genial pase de Adrián (un poco fallón hoy pero siempre aportando) y una buena definición del brasileño Diego Costa. El segundo ya era un hecho y la conquista andaba cerca.


Dicen que hay que juntarse a lo bueno y Diego Costa tiene de compañero a Falcao, y poco a poco se le está pegando ese instinto goleador del colombiano. Ese contagio goleador hace bien al Atleti. Buenas noticias. Con el 0-2 llegabamos al descanso y con la reanudación seguía la misma tónica. Seriedad, presión, compromiso y gol. Y el tercero no tardó en llegar, gracias a la pizarra del Cholo. Gol de Raúl Garcia tras jugada ensayada de córner, bloqueos y autopista para que Raúl llegase desde atrás y marcase al más puro estilo Trochowski.


0-3 y nueva goleada rojiblanca. El resto del encuentro sirvió para atizar a los fantasmas del comodismo. Esos fantasmas que estuvieron a punto de dar un susto gordo contra el Rayo por la relajación del equipo pero esta vez no pasó, el equipo israelí siguió sin dar problemas, Simeone suministró los cambios y el equipo no sufrió sustos. Imagen positiva del equipo donde cabe destacar los buenos minutos de los menos habituales y la introducción del canterano Saúl al equipo, una nueva perla rojiblanca. Con Simeone la cantera contará, la seriedad seguirá y paso a paso este equipo soñará. Nueva victoria, empezando bien la nueva edición y nueva conquista para la historia rojiblanca. El Supercampeón ha debutado y sigue goleando (15 goles en cuatro partidos). El Imperio Rojiblanco sigue avanzando por tierras europeas.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Locura con final feliz

Volvía el campeón, perdón, el Supercampeón de conquistar tierras monesgascas y de manera imperiosa. Y como los héroes victoriosos que combaten por tierras lejanas y vuelven a casa tras la batalla fueron recibidos como se lo merecen, con un Calderón animado y con ganas de ver a su equipo campeón.


El equipo respondió y confirma el dicho de "la suerte del campeón". Para poder definir el partido de ayer contra el Rayo Vallecano hay que hablar de un partido de estados. De estados cambiantes.
Simeone premió a Diego Costa con la titularidad ante su ex equipo, y el brasileño no defraudó y encantó a los habitantes del Manzanares.
Comenzó el encuentro y la defensa de tres colocada por el entrenador rival invitaba a la fiesta goleadora y así fue.
No tardó el Atleti en encontrar el camino de la victoria, ordenado, presionando y aprovechando las ocasiones como le gusta al Cholo. Y en el minuto 29 apareció el brasileño alocado que tanto quiere gustar. Apareció Diego Costa tirado a la banda y a trompicones, tras dos rechaces, logró colocar un balón para que Mario Suárez rematase y subiera el primero en el marcador.


Sí, Mario Suárez, ese jugador un tanto irregular que poco a poco esta tumbando esa irregular con buenos y correctos partidos. Lo que viene siendo cambiando su estado irregular a un estado más serio, a un estado de regularidad. Con el primero, el Atlético se adueñó del balón gracias a la lucha de Diego Costa y al toque de Arda. Y así hasta finalizar el descanso. Hasta aquí, todo correcto, ¿no?. Partido tranquilo y sin acelerarle el corazón al aficionado.
Pero señora agárrese que el segundo tiempo le aceleraría el corazón y en pocos minutos, como gusta al aficionado rojiiblanco.
Con la reanudación, el Atleti entró en estado de locura, que bendita locura, y en apenas siete minutos goleó. Primero fue Koke y luego Arda marcando y agrandando el marcador gracias a dos grandes jugadas de Diego Costa.


El balón por la banda derecha, entrando en el área y asistiendo a Koke para que definiese con el portero vencido y luego prolongando para que Juanfran repitiese la asistencia pero para que ahora Arda marcase el tercero. En ambos goles coinciden con el brasileño Diego Costa como protagonista, un lujo. 3-0 en tres minutos, pero a la locura goleadora rojiblanca todavía le quedaba un último arreón y sucedió a los cinco minutos del último gol del turco jugón. De nuevo, Diego Costa pero ahora provocando un penalti para que el por ahora no mencionado Falcao lo transformas y subiera el cuarto al marcador, el cuarto suyo en Liga y el noveno en cinco partido.


Una barbaridad, un bestia. Ya saben, el goleador que está en estado de gracia es insaciable y más si su apodo es 'el Tigre'. Párenlo si pueden y si se atreven. 4-0 en un abrir y cerrar de ojos. ¿Partido cerrado en el minuto 56?, ya le digo que no. Con media hora por delante, Simeone decidió brindar ovaciones a los mejores del encuentro, primero a Diego Costa, luego a Mario Suárez y por último a Arda Turan. He ahi el motivo de lo acontecido posteriormente. Aparte de los cambios, el Atlético pasó en apenas minutos de un estado de locura a un estado de tranquilidad preocupante con 30 minutos por delante que casi le provoca más de un susto al equipo local.
Con un Calderón de fiesta, un equipo relajado sacó el orgullo el equipo vallecano, desaparecido hasta el momento en combate y como en el combate de boxeo del sábado entre Sergio 'Maravilla' Martínez y Chávez JR, el Atleti tuvo que dar gracias a que la reacción rival fue tardía. Lo que se suele llamar, salvado por la campana. Reaccionó tarde el Rayo Vallecano que entró en ese estado que tanto he incidido, en el mágico estado de locura. Tres goles en siete minutos marcó el equipo vallecano gracias al empuje de Delibasic, a la calidad de Leo Baptistao y a la ayuda de los centrales atléticos. Y en Rayo se plantó, a falta de cinco minutos, con un 4-3.


El Atleti tiró de profesionalidad, y de suerte y recordó viejos tiempos donde el sufrir era la temática en el Manzanares y resolvió los últimos cinco minutos sin encajar el gol que le podría haber estropeado el trabajo realizado durante todo el partido. La cosa se quedó en un susto, los tres puntos también se quedaron en el Calderón. Tres puntos importantes tras un parón liguero y que suma una nueva victoria a los números del Cholo. 22 victorias en 35 partidos, 8 empates y 5 derrotas.
El Atleti llega en estado de gracia, con la suerte del Supercampeón y con un trabajo que ilusiona. Frenar al Supercampeón no será fácil.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Los niños por fin sonreirán

Ser niño y ser del Atleti es complicado. Yo lo he sido y tú lo has sido. Sabes que cuando decides combinar unas rayas rojas a la típica camiseta blanca, sabes que estas expuesto a una serie de cosas: al sufrimiento y al derrotismo que te incrustan desde el colegio con burlas y humillaciones de tus compañeros de clase. Especialmente, en mi clase eramos dos del Atleti, una chica y un servidor. Los demás madridistas, pero madridistas que buscaban hacer sangre un lunes después de un fatídico derbi. Y esto lo hemos sufrido todos, el atlético es una especie extraña, somos pocos pero siempre orgullosos. Me acuerdo de las noches de derbis, me acuerdo de los goles de un 'gordito' llamado Ronaldo y me acuerdo de rezar para que el lunes hubiese una catástrofe natural que desolase mi preciado colegio para evitar las puñaladas futbolísticas de los compañeros merengues.


Ser del Atleti desde pequeño es muy complicado pero todas las complicaciones se marchan cuando te llevan al Calderón. "Papá, yo soy del Atleti, me da igual que se rían de mí, me da igual perder nueve veces contra los de siempre, pero solo quiero llevar mi rojiblanca al Calderón", eso se lo hemos dicho alguna vez a nuestro padre o madre y nuestros sobrinos o hijos nos lo dirán.
Por eso de tantos palos recibidos sientan mejor las cosas como las de anoche, esas cosas que piensas que no volverán a pasar o esas cosas que con siete años no imaginabas. Esas cosas que veías ganar a los otros, ayer nosotros lo conseguimos y los niños lo han visto. Y tú y yo también. Nosotros hemos crecido con un equipo de pufos, con un equipo sin ilusión, sin sentimientos, salvo la ilusión de un futbolista que ayer veía asombrado como su equipo del alma pasaba por encima a su actual equipo. Nosotros que nos agarramos a Fernando Torres como única ilusión para que nos levantase del hoyo más profundo, nosotros podemos decir que esa falta de ilusión y de sentimientos ayer se transformaron en todas las ganas que le faltaban a todos esos "jugadores". Puedes decir que honraron la camiseta y que la honraron como nunca lo habíamos visto.
Lo de Mónaco fue fabuloso, una Supercopa de Europa no se gana todos los días y este tipo de títulos se lo lleva el que más ilusión y ganas ponga. Ya saben, las dos palabras claves, ¿no?: ILUSIÓN Y GANAS.
Pues con cuatro mil aficionados más en las gradas que los rivales esas dos palabras no podían faltar y eso se lo transmitió Simeone a los jugadores. El 'vamos, dale, Atleti' sonaba y el Atleti hizo caso, le dio y como le dio. Al minuto tres ya avisaba un jugador protagonista que me da miedo hasta mencionarle por si me muerde, pero como es uno de los nuestros le nombraré. Ya estaba preparado Radamel, le cantaba la afición y él no falló. Primer tiro al larguero, el lío ya estaba. Pero, ¿para que esperar? el que tiene hambre, lo tiene y Falcao, ayer, tenía y mucho. Ya en el siete zarandeó al Chelsea de los 100 millones, y como no tiene recursos el colombiano... pues decidió sacarse una vaselina para batir a uno de los mejores porteros del mundo, Cech. Señores, el Atleti había marcado, "señores, yo soy del Atleti". El 1-0 era una realidad y el crío que había sufrido tantos vaivenes de pequeño se frotaba los ojos y gritaba: "Radamel, te quiero".


Un sabio nacido en Hortaleza una vez dijo: "las finales no se juegan, las finales se ganan" y ayer el Atleti no jugó, no ganó, sino arrasó y desde el primer minuto como los grandes. Con un Atleti plantado tácticamentamente de manera sublime y con el primero en el marcador, todo pintaba bien. Una línea de cinco con Arda y Adrián ayudando a los laterales, Mario y Gabi sujetando al equipo y una línea de cuatro con Godín y Miranda convertidos en titanes dejaban  impotente a un Chelsea sin posibilidades.


Todo era perfecto pero ¿para que conformarse con uno cuando pueden caer más?. El Atleti robaba y salía a la contra como aviones de guerra preparados para salvar a su nación. Y no tardó en llegar el segundo. Otra vez Falcao. Pero para poder hablar de este gol antes hay que retrasarse unos meses más atrás y volver a Bucarest, volver a esa frontal del área. Volver a ver ese disparo con rosca, con la izquierda y a la escuadra. Si Iraizoz no pudo en Bucarest, Cech tampoco. Golazo de Falcao, recordando el primero de Bucarest pero en el minuto 19 y en la ciudad del lujo. 2-0, "señores esto ya es una realidad" se rezaba por todos los lugares de España.


Avanzaban los minutos y el equipo seguía demostrando que lo que llevan en el pecho se debe lucir y con orgullo por Europa. Arda seguía demostrando que el número 10 conlleva una responsabilidad y debo decir que esa responsabilidad se le queda pequeña. Adrián apuñalaba por la izquierda con la ayuda de Filipe,  lástima que Adrián fallara a puerta vacia un servicio de Arda y que en el rechace apareciese el 'Tigre' para mandar al palo otro balón, porque hubiera sido un golazo tras una gran jugada colectiva. Un escándalo. Aun así, quedaban minutos para acabar la primera parte y todos los atléticos rezábamos para que esta oda al fútbol no se acabase nunca. Y esos rezos fueron devueltos por Falcao, de nuevo. Corría el minuto 44 cuando una contra lanzada de nuevo por Arda le implantaba la calma necesaria para esperar que aparezca un rayo llegado desde Colombia para batir por bajo a Cech. Pausa y latigazo. Arda y Falcao. Gol y 3-0 al descanso.


Dos disparos al palo y tres goles, sí, era obra de Radamel Falcao, el mejor '9' del mundo. El Chelsea KO y el Atleti en 'modo huracán'. Todos alucinábamos pero que alucinación más bonita. Y quedaba el segundo tiempo. El Atleti a lo suyo, bien plantado y con la afición dejándose la voz en las gradas y en cualquier parte del mundo. Seguía el escándalo Arda, seguía el escándalo Koke, seguía el escándalo Mario, seguía el escándalo Godín, seguía el escándalo Gabi, seguía el escándalo Juanfran, seguía el escándalo Filipe, seguía el escándalo Adrián, entraba en juego el escándalo 'Cebolla' Rodríguez, seguía el escándalo Courtois, seguía el escándalo Simeone y seguía el escándalo Falcao, en difinitiva, seguía el escándalo Atleti. Hasta que en el 60, una falta templada por Koke fue aprovechado por Miranda tras quedarse muerto el balón en el área, hay que decir que estamos ante un Miranda que día a día llama a la puerta de la selección brasileña, no digo más. 4-0, paliza histórica al campeón de la Champions League, la humillación era mayor y tan contentos.


Solo podía fastidiar, algo, la fiesta un gol sin más de Cahill que servía para que el Chelsea de Torres no se fuera de vacío a la lluviosa Inglaterra pero daba igual eramos Supercampeones de Europa, el Atleti ganaba 4-1 al Chelsea de los Pretodólares y todo el mundo lo veía.


Todos de pequeños soñábamos con que el Atleti estuviera en lo más alto del fútbol aunque sea por unas horas y ayer se consiguió. Todos los sufrimientos de pequeños fueron compensados con este canto al fútbol, con este canto al sentimiento rojiblanco.
Siempre estaremos orgullosos del Atlético de Madrid, ganemos como ayer o perdamos y en Segunda pero yo solo puedo recomendar a los niños rojiblancos que sufren en el colegio que aguanten, que lleven su elástica de manera orgullosa a clase y que tranquilos, yo he sido niño como ellos y todo en esta vida se devuelve y ayer me debían algo y me lo devolvieron. Niño, niña, hazte del Atleti que somos los buenos.