Cuando el Imperio Romano iba a la conquista de nuevas tierras solía encontrar oposición. Solía encontrar un pueblo orgulloso que tiraba de casta y honor para evitar o alargar la conquista romana pero esa historia no sirve si enfrente está el Atleti de Simeone
Llegaba el Atleti a Israel, por primera vez en su historia, y lo hacia sin gran parte de sus estrellas (sin Falcao, Arda o Filipe, por ejemplo), el Atlético tocaba tierras israelíes, y las conquistó con la seriedad y la fuerza de un grande. Porque Simeone está haciendo de una buena plantilla, un gran equipo y hoy era la prueba de esta afirmación.
Era el momento de dar la oportunidad a los "menos habituales" para que honren esa camiseta que portan y no tardaron en honrarla. Desde el minuto uno, el Atleti demostró que cada partido es una final.
Con Diego Costa y Adrián en el ataque y Emre y Raúl García catapultando el ataque poco le bastaba al Atleti para acercarse a la meta rival.
Avisaban Adrián y Diego Costa pero la falta de punteria de uno y la falta de suerte de otro evitaban que el marcador se inaugurará. El Atleti estaba trabajando para alcanzar el gol y a poco que apretaba se plantaba en el área. El guión era perfecto, el equipo era serio, las ocasiones llegaban y solo faltaba el gol.
En el otro equipo, en el Hapoel, pocas noticias, de vez en cuando un desborde de Ben Haim ponia en peligro la meta de Asenjo (muy bien protegida hoy, por cierto) pero sin mayores riesgos para el cuadro rojiblanco.
El problema de este tipo de partidos es que el equipo rival, sabe que es inferior, se encierra y recurre a la suerte y al acierto de su portero pero esta vez eso no iba a pasar. Ya que Cristian Rodríguez abrió la lata en el 37 con un potente disparo desde la frontal del área para hacer el primero en el marcador y dinamitar las ilusiones locales.
Marcado el primero, no tardaría en llegar el siguiente (como contra el Rayo) y de la mano de Diego Costa. De nuevo, robaba Raúl Garcia y en dos toques el Atleti se plantaba delante del portero gracias a un genial pase de Adrián (un poco fallón hoy pero siempre aportando) y una buena definición del brasileño Diego Costa. El segundo ya era un hecho y la conquista andaba cerca.
Dicen que hay que juntarse a lo bueno y Diego Costa tiene de compañero a Falcao, y poco a poco se le está pegando ese instinto goleador del colombiano. Ese contagio goleador hace bien al Atleti. Buenas noticias. Con el 0-2 llegabamos al descanso y con la reanudación seguía la misma tónica. Seriedad, presión, compromiso y gol. Y el tercero no tardó en llegar, gracias a la pizarra del Cholo. Gol de Raúl Garcia tras jugada ensayada de córner, bloqueos y autopista para que Raúl llegase desde atrás y marcase al más puro estilo Trochowski.
0-3 y nueva goleada rojiblanca. El resto del encuentro sirvió para atizar a los fantasmas del comodismo. Esos fantasmas que estuvieron a punto de dar un susto gordo contra el Rayo por la relajación del equipo pero esta vez no pasó, el equipo israelí siguió sin dar problemas, Simeone suministró los cambios y el equipo no sufrió sustos. Imagen positiva del equipo donde cabe destacar los buenos minutos de los menos habituales y la introducción del canterano Saúl al equipo, una nueva perla rojiblanca. Con Simeone la cantera contará, la seriedad seguirá y paso a paso este equipo soñará. Nueva victoria, empezando bien la nueva edición y nueva conquista para la historia rojiblanca. El Supercampeón ha debutado y sigue goleando (15 goles en cuatro partidos). El Imperio Rojiblanco sigue avanzando por tierras europeas.
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