lunes, 17 de septiembre de 2012

Locura con final feliz

Volvía el campeón, perdón, el Supercampeón de conquistar tierras monesgascas y de manera imperiosa. Y como los héroes victoriosos que combaten por tierras lejanas y vuelven a casa tras la batalla fueron recibidos como se lo merecen, con un Calderón animado y con ganas de ver a su equipo campeón.


El equipo respondió y confirma el dicho de "la suerte del campeón". Para poder definir el partido de ayer contra el Rayo Vallecano hay que hablar de un partido de estados. De estados cambiantes.
Simeone premió a Diego Costa con la titularidad ante su ex equipo, y el brasileño no defraudó y encantó a los habitantes del Manzanares.
Comenzó el encuentro y la defensa de tres colocada por el entrenador rival invitaba a la fiesta goleadora y así fue.
No tardó el Atleti en encontrar el camino de la victoria, ordenado, presionando y aprovechando las ocasiones como le gusta al Cholo. Y en el minuto 29 apareció el brasileño alocado que tanto quiere gustar. Apareció Diego Costa tirado a la banda y a trompicones, tras dos rechaces, logró colocar un balón para que Mario Suárez rematase y subiera el primero en el marcador.


Sí, Mario Suárez, ese jugador un tanto irregular que poco a poco esta tumbando esa irregular con buenos y correctos partidos. Lo que viene siendo cambiando su estado irregular a un estado más serio, a un estado de regularidad. Con el primero, el Atlético se adueñó del balón gracias a la lucha de Diego Costa y al toque de Arda. Y así hasta finalizar el descanso. Hasta aquí, todo correcto, ¿no?. Partido tranquilo y sin acelerarle el corazón al aficionado.
Pero señora agárrese que el segundo tiempo le aceleraría el corazón y en pocos minutos, como gusta al aficionado rojiiblanco.
Con la reanudación, el Atleti entró en estado de locura, que bendita locura, y en apenas siete minutos goleó. Primero fue Koke y luego Arda marcando y agrandando el marcador gracias a dos grandes jugadas de Diego Costa.


El balón por la banda derecha, entrando en el área y asistiendo a Koke para que definiese con el portero vencido y luego prolongando para que Juanfran repitiese la asistencia pero para que ahora Arda marcase el tercero. En ambos goles coinciden con el brasileño Diego Costa como protagonista, un lujo. 3-0 en tres minutos, pero a la locura goleadora rojiblanca todavía le quedaba un último arreón y sucedió a los cinco minutos del último gol del turco jugón. De nuevo, Diego Costa pero ahora provocando un penalti para que el por ahora no mencionado Falcao lo transformas y subiera el cuarto al marcador, el cuarto suyo en Liga y el noveno en cinco partido.


Una barbaridad, un bestia. Ya saben, el goleador que está en estado de gracia es insaciable y más si su apodo es 'el Tigre'. Párenlo si pueden y si se atreven. 4-0 en un abrir y cerrar de ojos. ¿Partido cerrado en el minuto 56?, ya le digo que no. Con media hora por delante, Simeone decidió brindar ovaciones a los mejores del encuentro, primero a Diego Costa, luego a Mario Suárez y por último a Arda Turan. He ahi el motivo de lo acontecido posteriormente. Aparte de los cambios, el Atlético pasó en apenas minutos de un estado de locura a un estado de tranquilidad preocupante con 30 minutos por delante que casi le provoca más de un susto al equipo local.
Con un Calderón de fiesta, un equipo relajado sacó el orgullo el equipo vallecano, desaparecido hasta el momento en combate y como en el combate de boxeo del sábado entre Sergio 'Maravilla' Martínez y Chávez JR, el Atleti tuvo que dar gracias a que la reacción rival fue tardía. Lo que se suele llamar, salvado por la campana. Reaccionó tarde el Rayo Vallecano que entró en ese estado que tanto he incidido, en el mágico estado de locura. Tres goles en siete minutos marcó el equipo vallecano gracias al empuje de Delibasic, a la calidad de Leo Baptistao y a la ayuda de los centrales atléticos. Y en Rayo se plantó, a falta de cinco minutos, con un 4-3.


El Atleti tiró de profesionalidad, y de suerte y recordó viejos tiempos donde el sufrir era la temática en el Manzanares y resolvió los últimos cinco minutos sin encajar el gol que le podría haber estropeado el trabajo realizado durante todo el partido. La cosa se quedó en un susto, los tres puntos también se quedaron en el Calderón. Tres puntos importantes tras un parón liguero y que suma una nueva victoria a los números del Cholo. 22 victorias en 35 partidos, 8 empates y 5 derrotas.
El Atleti llega en estado de gracia, con la suerte del Supercampeón y con un trabajo que ilusiona. Frenar al Supercampeón no será fácil.

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