sábado, 1 de septiembre de 2012

Los niños por fin sonreirán

Ser niño y ser del Atleti es complicado. Yo lo he sido y tú lo has sido. Sabes que cuando decides combinar unas rayas rojas a la típica camiseta blanca, sabes que estas expuesto a una serie de cosas: al sufrimiento y al derrotismo que te incrustan desde el colegio con burlas y humillaciones de tus compañeros de clase. Especialmente, en mi clase eramos dos del Atleti, una chica y un servidor. Los demás madridistas, pero madridistas que buscaban hacer sangre un lunes después de un fatídico derbi. Y esto lo hemos sufrido todos, el atlético es una especie extraña, somos pocos pero siempre orgullosos. Me acuerdo de las noches de derbis, me acuerdo de los goles de un 'gordito' llamado Ronaldo y me acuerdo de rezar para que el lunes hubiese una catástrofe natural que desolase mi preciado colegio para evitar las puñaladas futbolísticas de los compañeros merengues.


Ser del Atleti desde pequeño es muy complicado pero todas las complicaciones se marchan cuando te llevan al Calderón. "Papá, yo soy del Atleti, me da igual que se rían de mí, me da igual perder nueve veces contra los de siempre, pero solo quiero llevar mi rojiblanca al Calderón", eso se lo hemos dicho alguna vez a nuestro padre o madre y nuestros sobrinos o hijos nos lo dirán.
Por eso de tantos palos recibidos sientan mejor las cosas como las de anoche, esas cosas que piensas que no volverán a pasar o esas cosas que con siete años no imaginabas. Esas cosas que veías ganar a los otros, ayer nosotros lo conseguimos y los niños lo han visto. Y tú y yo también. Nosotros hemos crecido con un equipo de pufos, con un equipo sin ilusión, sin sentimientos, salvo la ilusión de un futbolista que ayer veía asombrado como su equipo del alma pasaba por encima a su actual equipo. Nosotros que nos agarramos a Fernando Torres como única ilusión para que nos levantase del hoyo más profundo, nosotros podemos decir que esa falta de ilusión y de sentimientos ayer se transformaron en todas las ganas que le faltaban a todos esos "jugadores". Puedes decir que honraron la camiseta y que la honraron como nunca lo habíamos visto.
Lo de Mónaco fue fabuloso, una Supercopa de Europa no se gana todos los días y este tipo de títulos se lo lleva el que más ilusión y ganas ponga. Ya saben, las dos palabras claves, ¿no?: ILUSIÓN Y GANAS.
Pues con cuatro mil aficionados más en las gradas que los rivales esas dos palabras no podían faltar y eso se lo transmitió Simeone a los jugadores. El 'vamos, dale, Atleti' sonaba y el Atleti hizo caso, le dio y como le dio. Al minuto tres ya avisaba un jugador protagonista que me da miedo hasta mencionarle por si me muerde, pero como es uno de los nuestros le nombraré. Ya estaba preparado Radamel, le cantaba la afición y él no falló. Primer tiro al larguero, el lío ya estaba. Pero, ¿para que esperar? el que tiene hambre, lo tiene y Falcao, ayer, tenía y mucho. Ya en el siete zarandeó al Chelsea de los 100 millones, y como no tiene recursos el colombiano... pues decidió sacarse una vaselina para batir a uno de los mejores porteros del mundo, Cech. Señores, el Atleti había marcado, "señores, yo soy del Atleti". El 1-0 era una realidad y el crío que había sufrido tantos vaivenes de pequeño se frotaba los ojos y gritaba: "Radamel, te quiero".


Un sabio nacido en Hortaleza una vez dijo: "las finales no se juegan, las finales se ganan" y ayer el Atleti no jugó, no ganó, sino arrasó y desde el primer minuto como los grandes. Con un Atleti plantado tácticamentamente de manera sublime y con el primero en el marcador, todo pintaba bien. Una línea de cinco con Arda y Adrián ayudando a los laterales, Mario y Gabi sujetando al equipo y una línea de cuatro con Godín y Miranda convertidos en titanes dejaban  impotente a un Chelsea sin posibilidades.


Todo era perfecto pero ¿para que conformarse con uno cuando pueden caer más?. El Atleti robaba y salía a la contra como aviones de guerra preparados para salvar a su nación. Y no tardó en llegar el segundo. Otra vez Falcao. Pero para poder hablar de este gol antes hay que retrasarse unos meses más atrás y volver a Bucarest, volver a esa frontal del área. Volver a ver ese disparo con rosca, con la izquierda y a la escuadra. Si Iraizoz no pudo en Bucarest, Cech tampoco. Golazo de Falcao, recordando el primero de Bucarest pero en el minuto 19 y en la ciudad del lujo. 2-0, "señores esto ya es una realidad" se rezaba por todos los lugares de España.


Avanzaban los minutos y el equipo seguía demostrando que lo que llevan en el pecho se debe lucir y con orgullo por Europa. Arda seguía demostrando que el número 10 conlleva una responsabilidad y debo decir que esa responsabilidad se le queda pequeña. Adrián apuñalaba por la izquierda con la ayuda de Filipe,  lástima que Adrián fallara a puerta vacia un servicio de Arda y que en el rechace apareciese el 'Tigre' para mandar al palo otro balón, porque hubiera sido un golazo tras una gran jugada colectiva. Un escándalo. Aun así, quedaban minutos para acabar la primera parte y todos los atléticos rezábamos para que esta oda al fútbol no se acabase nunca. Y esos rezos fueron devueltos por Falcao, de nuevo. Corría el minuto 44 cuando una contra lanzada de nuevo por Arda le implantaba la calma necesaria para esperar que aparezca un rayo llegado desde Colombia para batir por bajo a Cech. Pausa y latigazo. Arda y Falcao. Gol y 3-0 al descanso.


Dos disparos al palo y tres goles, sí, era obra de Radamel Falcao, el mejor '9' del mundo. El Chelsea KO y el Atleti en 'modo huracán'. Todos alucinábamos pero que alucinación más bonita. Y quedaba el segundo tiempo. El Atleti a lo suyo, bien plantado y con la afición dejándose la voz en las gradas y en cualquier parte del mundo. Seguía el escándalo Arda, seguía el escándalo Koke, seguía el escándalo Mario, seguía el escándalo Godín, seguía el escándalo Gabi, seguía el escándalo Juanfran, seguía el escándalo Filipe, seguía el escándalo Adrián, entraba en juego el escándalo 'Cebolla' Rodríguez, seguía el escándalo Courtois, seguía el escándalo Simeone y seguía el escándalo Falcao, en difinitiva, seguía el escándalo Atleti. Hasta que en el 60, una falta templada por Koke fue aprovechado por Miranda tras quedarse muerto el balón en el área, hay que decir que estamos ante un Miranda que día a día llama a la puerta de la selección brasileña, no digo más. 4-0, paliza histórica al campeón de la Champions League, la humillación era mayor y tan contentos.


Solo podía fastidiar, algo, la fiesta un gol sin más de Cahill que servía para que el Chelsea de Torres no se fuera de vacío a la lluviosa Inglaterra pero daba igual eramos Supercampeones de Europa, el Atleti ganaba 4-1 al Chelsea de los Pretodólares y todo el mundo lo veía.


Todos de pequeños soñábamos con que el Atleti estuviera en lo más alto del fútbol aunque sea por unas horas y ayer se consiguió. Todos los sufrimientos de pequeños fueron compensados con este canto al fútbol, con este canto al sentimiento rojiblanco.
Siempre estaremos orgullosos del Atlético de Madrid, ganemos como ayer o perdamos y en Segunda pero yo solo puedo recomendar a los niños rojiblancos que sufren en el colegio que aguanten, que lleven su elástica de manera orgullosa a clase y que tranquilos, yo he sido niño como ellos y todo en esta vida se devuelve y ayer me debían algo y me lo devolvieron. Niño, niña, hazte del Atleti que somos los buenos.


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