lunes, 26 de mayo de 2014

Sólo una lágrima y es de orgullo

Tantos años buscando en quién fijarte, tantos años yendo al Calderón y únicamente mirando a un delantero jovencito, con el número ‘9’ y con el nombre “Torres” a la espalda para darle las gracias por sostener a un equipo que, lamentablemente, sabes que está muy hundido. Tu equipo. Un grupo donde sólo uno o dos sienten la camiseta y defienden orgullosos lo que a ti te toca defender al lunes siguiente. 

Ahora, llega el lunes y se sigue sacando la rojiblanca para defenderla, pero con un plus más, con un orgullo tremendo porque ahora sabes que no estás sólo. Ahora, el día anterior en el verde unos guerreros han hecho lo que tú vas a hacer la mañana siguiente: defender la rojiblanca, defender al Atlético de Madrid. 

Hace una semana, tras lograr la Liga, grité orgulloso lo que sentía por estos jugadores; una semana después, tras el palo más duro en mucho tiempo, pienso lo mismo. No sólo se cierra una temporada histórica, se cierra algo mucho más grande: tener a unos guerreros de verdad que te representan cada semana.

Porque todo es más fácil si el que dirige todo, il capo, es un señor que entiende lo que sientes. Que sabe que el día siguiente al partido puede ser muy duro y él desde el banquillo con su traje negro te ayuda para que el lunes sea un buen día. Simeone es así, sabe lo que sentimos porque él lo siente.


Todo es más fácil si el que lleva el brazalete siente lo mismo que tú, que ha sufrido como sufres tú. Nada puede salir mal, siempre estarás bien representado si tu capitán es un hombre que vive y siente lo mismo que tu entrenador –y por consiguiente lo mismo que todos los hinchas-. Un señor que sigue corriendo y sudando hasta desteñir la rojiblanca cuando el campeonar en Europa era ya imposible. Gabriel Fernández es así, un guerrero que después de ganar la Liga se quedó alucinando, como todos los atléticos, por lo que habían logrado. Quizás no ha levantado la Orejona, pero ha levantado el orgullo del colchonero y eso siempre estará en nuestra memoria. 


Todo es más fácil si el portero que no es de tu propiedad, llora de emoción, grita "Vamos, tronco" cuando vencemos y se gira mirando a la grada para celebrar un gol de sus compañeros con sus aficionados. Courtois es así, un guerrero que, por desgracia, en los papeles pone que no es de nuestro dominio pero que es uno de los nuestros y siempre lo será.


Todo es más fácil si tu lateral derecho en las dos finales contra el eterno rival sigue en el campo luchando, cortando y despejando balones cuando los gemelos y las piernas inician un conato con el fin de derribarle. No lo consiguieron. Juanfran es así, porque hemos visto a su hijo Óliver más veces con una rojiblanca que con una camiseta de calle. Puro orgullo.


Todo es más fácil cuando el central que te ha dado una Liga se ha tomado al pie de la letra la frase más mítica de Luis Aragonés y no permite que pisen este escudo. Godín es así, porque cuando se señala el escudo o se agarra la camiseta con rabia tras cabecear a la historia sabes que es algo que le sale muy de dentro.


Todo es más fácil si tu otro central, el que rompió una maldición histórica, sabes que seguirá vistiendo a sus críos con la camiseta de papá y pudiendo llevarla muy orgullosamente. Miranda es así, verle llorar mientras sus hijos le consuelan te parte el alma pero a la vez te levanta orgulloso. Miranda y sus hijos representan al Atlético: uno consuela al otro para seguir adelante pero con la cabeza bien alta. 


Todo es más fácil si la melena rubia que desangra la banda derecha del rival es un guerrero que se tiene que ir del campo tieso porque se lo ha dejado todo. Filipe es así, después de romperse la pierna, le dio su alma a Simeone –y por consiguiente a todos los atléticos- y ahora está teñida de rojiblanca.


Todo es más fácil si uno de tus capitanes, horas antes de la finalísima confiesa que llevará al Atleti por todo el mundo cuando ya no vista su rojiblanca. Tiago es así, el Paulo Futre del siglo XXI. No me extrañaría oírle dentro de poco decir: “He estado en el equipo más grande del mundo aunque la historia no lo diga, lo dice mi corazón”.


Todo es más fácil si la última perla canterana derrocha coraje y corazón por los cuatros costados. Cojea y sigue luchando. Cojea y sigue manteniendo balones y regateando rivales. Koke es así, es como nosotros: no va con los de blanco ni en el futbolín. Porque como dice su novia: “El sentimiento siempre será invencible... y eso nunca se podrá comprar con dinero. Se van por la puerta grande nuestros guerreros! Gracias”. Y Koke derriba esa puerta a base de esfuerzo y clase. 


Todo es más fácil si el que hace tiempo no era aplaudido por la afición, hoy es uno de los capitanes y levanta orgulloso a la afición. El Raulismo ha calado fuerte. Y ha calado a base de entender la filosofía cholista. Él es uno de los que mejor la representa: su esfuerzo no se negocia. Raúl García es así, Rulo es lanzarse con un 4-1 contra el Milan para robar un balón. Una pasión que le ha penetrado bien dentro.


Todo es más fácil si tienes entre los tuyos a Arda Turan, creo que no hace falta decir nada más de Ardios. Él es el encargado de ponerle al orgullo su toque de elegancia.


Todo es más fácil si tienes entre los tuyos a un campeón del mundo, que ha ganado todo, y le ves luchar por robarle un balón al rival. David Villa es así, ha mamado el guardiolismo, el luisaragonismo y está amando e interpretando el cholismo. No se le caen los anillos, no pone una mala cara y es el primer guerrero en bajarse al barro para luchar. Verle cantar el himno del Atleti, con tan sólo 9 meses en la casa, es algo que emociona.


Todo es más fácil si tu estrella es capaz de luchar a muerte por conseguir que todos los atléticos se abracen gritando su gol. Diego Costa es así, si no que le pregunten a la madera azulona (pobre palo de Getafe que todavía sigue lesionado). Ha sudado para estar en la final de Champions, sacó una sonrisita a todos cuando le vimos esprintar en la previa, nos dejó mudos cuando le vimos salir del campo en el minuto 9, pero Diego Costa puede estar muy tranquilo, lo ha dado todo por el Atlético y, como diría Julio Iglesias: y lo sabes.


Todo es más fácil si los que no suelen ser habituales, luchan y sufren por la misma camiseta que tú te pones cada domingo y cada lunes cada vez que salen al campo.

Todo es más fácil si miras a la izquierda, miras a la derecha y ves a atléticos cantar el himno horas después de perder una final teniendo a los jugadores a cientos de kilómetros. No traten de entenderlo, de verdad.  

En las derrotas es cuando más sale el orgullo y si a eso le sumas que tus jugadores, sienten lo mismo que tú, te enorgulleces el doble. Por eso, como dice Simeone, no hay que derramar ni una lágrima en la derrota porque estos guerreros nos han defendido durante todo el año como lo haríamos nosotros si tuviéramos las cualidades dignas para jugar al fútbol. Y la única lágrima que se nos permite que sea una gota rebelde provocada por la palabra más repetida en este escrito: por orgullo. No son grandes, son enormes. 


1 comentario:

  1. Este año habéis dado una lección de deportividad, humildad, esfuerzo, trabajo en equipo, compañerismo y tantas cosas. .. no tenéis idea de lo grandes que sois y de lo orgullosos que nos sentimos los atléticos de vosotros. Muchas gracias, muchísimas gracias por hacernos creer y por demostrar que los sueños se cumplen si haces bien tu trabajo. Sois ENORMES y en una sociedad como la actual es imprescindible mucho Atleti. ¡¡AÚPA ATLETI!!

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