Todo atlético debe reconocer que
cuando leyó en la prensa que el turco Arda Turan había fichado por
el Atlético de Madrid, sintió un raro sentimiento.
Los rumores
sobre el destino del Kun Agüero crecían, el Atleti estaba en boca
de todos pero solo para cosas malas y de repente llega a Madrid un
turco, capitán de la selección turca y del Galatasaray, raro es. El
sentimiento era extraño, pocos sabían como era Arda, pocos sabían
el rendimiento que podía dar en España y muchos desconfiábamos de
él. Fichaje relámpago fue y como un relámpago conquistó a la
afición rojiblanca.
Su entrega en el campo es total y eso gusta a la
parroquia colchonera. El tiempo que pasó desde su presentación
hasta su estreno con la elástica rojiblanca fue para muchos largos,
muchos estábamos impacientes por ver que depararía el guerrero
otomano, muchos indagaban en Youtube y veían sus magníficos regates
y sus maravillosos goles, pero pocos se esperaban el rendimiento
actual de “nuestro turco”. Desde el primer día quiso dejar claro
que él era un guerrero en el terreno de juego, que lucharía por
todos los balones, que ayudaría en cualquier zona del campo y que
enamoraría a la afición.
Arda luchando un balón a Cristiano Ronaldo |
Pues pasados ya unos cuántos meses de
competición, Arda puede estar contento con su misión, ha conseguido
algo muy difícil en este club, enamorar a la afición. Con su
entrega ha robado el corazón de muchos y con su calidad ha robado el
corazón de los más exigentes.
Por eso podemos decir que es el
guerrero del Atleti, el guerrero otomano. Un luchador en el campo,
que no necesita estar años en un club para sentir la camiseta porque
es una cosa que muchos jugadores no tienen, es un profesional. Y lo
mejor de todo, tiene tan sólo 24 años, se siente atlético y lo
demuestra donde hay que demostrarlo... en el campo. Porque no hace
falta hacer declaraciones de amor por unos colores, sino sentir ese
sentimiento en el campo.
Pues señor Turan, puede estar
tranquilo, siga luchando que esta afición seguirá amándole.
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