lunes, 27 de febrero de 2012
Los fenómenos salvan al Barça
Ya en frío... sigo pensando lo mismo. El Atleti no mereció perder el partido de ayer. Normalmente en el fútbol, los entendidos cuando dicen que la primera parte fue para un equipo y la segunda para otro, el partido debió acabar en tablas. Y así debió suceder ayer, pero claro hay fenómenos y “fenómenos” que impidieron esa teoría. Cuando digo fenómenos digo fenómeno y ahí, rápidamente, me sale la palabra Messi. Él “solito” salvó al Barcelona de una distancia aún mayor con su rival directo. Ahora bien, tenemos que hablar del otro “fenómeno”, más bien, fenómeno ¿paranormal?, y ahí, lamentablemente, me sale de la (mala) boca, Pérez Lasa.
No, no juega en ningún equipo, viste de negro y estropeó lo que pudo ser (aún más) un partidazo.
Pérez Lasa y en especial sus asistentes destrozaron una ilusión y destrozaron la noche para los atléticos.
Con un planteamiento inicial rácano y torpe, el Atlético del Cholo salió a rascar y no precisamente la bola, porque se sabe que al Barça o le paras, dando o no le paras. Y más si tienes delanter un pequeño número 10, Leo Messi.
Yo que viví en directo el encuentro, debo confesar que tenía más miedo cuando la tocaba Messi que si ,por ejemplo, me encerrasen en una habitación con el mismísimo “Jack, el Destripador”. Messi es temido y con razón. Y en los primeros minutos quiso demostrar porque es temido. Messi coge la pelota en la frontal del área y con una serie de rechaces se ayuda de la mano para controlar el cuero y llevarlo a la red, gol anulado y primer (de los pocos) acierto del trencilla. El Calderón temía y en un segundo respiraba con el pitido que invalidaba la ocasión.
Con un Atleti acongojado y un Barça con todas sus armas, tarde o temprano podría llegar el gol culé y así fue, nuevo balón recogido por Messi en la frontal del área, arrastra a la defensa colchonera, abre a Cesc que asiste con un preciso pase horizontal a Dani Álves que marca el primero de la noche, gol culé y el estadio se congelaba.
Poco más de la primera parte, entradas de uno y entradas de otros y al túnel de vestuarios con marcador favorable para los visitantes. Hasta aquí, un encuentro.
Si en la primera parte el ambiente del Calderón era inmejorable, la imagen del equipo también podía serlo, y esa lección la aprendieron los pupilos de Simeone en el descanso, había que estar a la altura de la afición y así fue.
La entrada a túnel de vestuario fue como esas entradas en el famoso y antiguo programa “Lluvia de Estrellas”, donde entraba un anónimo y salía un famoso cantante admirado por todos, pues ese anónimo convertido fue nuestro Atleti.
Cambio radical y nueva actitud. Con el inicio de la segunda parte, el cambio fue tal que en un córner sacado por Gabi, peina Busquets (cuánto protagonismo en las áreas, eh) y aparece el que tenía que aparecer, el rey del área, el tigre indomable, Radamel Falcao. El Atleti empataba, el Calderón estallaba. Gol del Atleti y ahora el que sufría la congelación era el equipo blaugrana.
Con el gol local, la cosa cambiaba, el Atleti presionaba y el Barça perdía balones (sí, el Barça). Tal era la congelación visitante que pensé que este partido se lo llevaba el Glorioso y así... no fue. Ahí entra en escena nuestro “amiguito”, Peréz Lasa. Con el Barça a por el partido, robos del Atleti y tiralíneas para Adrián y Falcao que se quedan solos contra Valdés y.... FUERA DE JUEGO. Y así dos veces, y dos veces muy claras, fuera de juego que nunca debieron serlo. Golpe en la moral colchonera cuando en el minuto 81, Messi pone el ojo en la escuadra de Courtois y golpea el balón y entra por donde puso el ojo, gol de falta, cuando Courtois colocaba ¿la barrera?. No se sabrá si había pedido barrera o no, lo que si se sabe es que ese gol subió al marcador.
Tocado y ¿hundido?, pues no, el Calderón cantaba el himno justo después del gol de Messi y eso se contagió al equipo, arreón final del Atleti y nuevamente... apareción estelar de Pérez Lasa. Centro de Gabi y Busquets “involuntariamente” toca con la mano cuando Salvio iba a rematar cerca de la portería de Valdés, balón tocado por Busquets que queda muerto, lo recoge Juanfran y para Valdés.
Y pitido final, con cara de tontos. El Barça se salva de la quema del Calderón con una genialidad de Messi y con el beneficio de Pérez Lasa. Mientras, el “efecto Cholo” sufre un pequeño revés (3 puntos de 12) pero deja claro que este equipo lucha hasta el final, y que peleará a todos y por todo.
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